INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 244
58 Informaciones Psiquiátricas 2021 - n.º 244 jos como el de Petronila (31), el de Gimeno (48) y el de Pellicer (49). Enfermedades Nuestra población presenta una importan- te comorbilidad. El 89,6% presentaban tras- tornos psiquiátricos, el 83% neurológicos, el 80,7% cardiovasculares, el 67,2% enfer- medades óseas, el 66,4% enfermedades vi- suales y el 62,5% auditivas. Con una correlación estadísticamente sig- nificativa entre enfermedades óseas y caí- das, de tal manera que los pacientes con enfermedad ósea presentan menos caídas. Estos pacientes también presentan peores características funcionales y hay un mayor porcentaje que se encuentra encamado, por lo que el riesgo de caída al no moverse dis- minuye notablemente. Así mismo, el hecho de que exista un problema óseo identificado podría repercutir en un mayor apoyo en las transferencias y/o en un mayor acompaña- miento durante los desplazamientos. En nuestro trabajo quizás sean más eleva- das las cifras de prevalencia de enfermedades psiquiátricas y neurológicas respecto a otros consultados. Probablemente, por razones his- tóricas en nuestra muestra existen más per- sonas con trastornos mentales previos. En el trabajo de Carballo (42): enferme- dades óseas 90,6%, cardiovasculares 87,5% y psíquicas el 75,8%. También en el trabajo de Romano (43) la patología cardiovascular es la más frecuente. En el de Petronila (31): la demencia (27%) es la más frecuente, pero la hipertensión arterial, dislipemia, anemia, cardiopatía, fibrilación auricular son muy frecuentes. En la revisión de Da Silva (6) se recogen numerosas referencias sobre el tema. Sobre la presencia de enfermedades y caídas en sujetos en la comunidad tam- bién existen trabajos en los que se puede ver sobre todo la relación de las caídas con pluripatología (más de tres enfermedades) (28, 50). La elevada prevalencia de enfermedades crónicas en relación con las personas que sufren caídas, coincide con todos los traba- jos revisados (23, 51, 52). Deterioro cognitivo En nuestro estudio el 69,9% presenta de- terioro cognitivo, no existiendo relación es- tadísticamente significativa con las caídas. En otros trabajos, en el de Carballo (42) el 53,1% de los residentes mostraron deterioro cognitivo. En el de Gómez (31), el grupo de ancianos que sufren caídas y el grupo que no las sufre el porcentaje de personas que no tienen deterioro es parecido, el 22%; pero en el grupo de ancianos con caídas predomina el deterioro leve y moderado, y en el grupo sin caídas el deterioro severo. En el de Rodríguez-Molinero (7) no se en- contró asociada a una mayor incidencia de caídas, utilizando el test de Pfeiffer y no el MEC que utilizamos nosotros. Otros (53) han encontrado también cifras muy elevadas de deterioro cognitivo en esta población. No obstante, otras fuentes bibliográficas han establecido anteriormente la relación estadísticamente significativa entre el es- tado cognitivo y las caídas (54). Para Casas (55), en el deterioro cognitivo leve y en la demencia, incluso en estadios precoces y en ausencia de otros signos neurológicos, el riesgo de caída está aumentado. Incluso algunos autores (56) proponen las altera- ciones de la marcha como marcadores suti- les en procesos de demencia. Por otro lado, la incidencia de caídas es dos o tres veces mayor en ancianos con demencia que en aquellos sin deterioro cognitivo (57) E. González-Pablos / I. Herreros Guilarte / J. Aguado Rodríguez / J.J. Almagro López / F.J. Subirá Pérez / G. Hoyos Villagrá / J.M. Valles de la Calle / N. Miguel de Diego / E. Negro González / C. Martín-Lorenzo
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