INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 243

58 Informaciones Psiquiátricas 2021 - n.º 243 psicoeducativas como el control de la sobre- información de las noticias para evitar en- trar en una espiral de hipocondría, recurrir a pautas de higiene de sueño, buena alimenta- ción, mantener la mente activa tratando de hacer tareas que absorban la atención como cocinar, leer un libro pendiente, dibujar, ha- cer ejercicio…, ponerse horarios que actúen de referencias temporales y estructurarse el día en general. Una vez concluida esa primera oleada del virus, un porcentaje importante de los de- mandantes continuaron su seguimiento se- manal o quincenal, en función de la grave- dad. Los casos más severos han requerido hasta siete intervenciones, e incluso segui- miento continuado en consulta externa de Psicología una vez terminado el servicio de atención telefónica pasado el confinamiento. El impacto psicológico del COVID-19 y sus cifras sobre la población es evidente, pero conviene enfatizar que una amplia mayoría de las personas no sufrirán trastornos men- tales graves a causa de ello (4). En base a los datos analizados de nues- tra muestra, los resultados señalan que la demanda de ayuda psicológica durante el confinamiento fue un hecho (120 llamadas). Estas cifras junto con las atendidas en algu- nos servicios similares en España y en otros países, reflejan la utilidad que tienen las helplines en tiempos de pandemia (5). Ade- más, hay que tener en cuenta que la efecti- vidad de estas intervenciones es igual que las realizadas con el cara a cara. En cuanto a los motivos de las consultas, las condicio- nes del confinamiento pueden ser un factor predictivo de síntomas ansioso-depresivos y problemas psicológicos, en coherencia con lo encontrado en estudios similares (6). Los profesionales del sector sanitario pue- den estar más expuestos a estrés y ansiedad durante situaciones de crisis, por la presión asistencial y la necesidad de hacer frente a si- tuaciones y experiencias sin precedentes (7). Entre las limitaciones de este estudio, la población objetivo pudiera ser el grupo total de individuos tanto sanitarios o sus familia- res, como personas con indicios previos de sintomatología ansiosa o depresiva, o am- bos, no demandantes de este servicio. Qui- zás, nuestra muestra sea sesgada ya que no se podrían generalizar los resultados si no tomásemos como apoyo trabajos consolida- dos como el del Ministerio de Sanidad (4). La muestra que se utiliza es de personas que consultan a un servicio, incorporando otro sesgo de selección que son las personas que presentan problemas. El estudio no in- forma del nivel de sintomatología de la po- blación general que no solicita este servicio o del resto de profesionales sanitarios que no consultan. Además, nuestro estudio no puede afirmar categóricamente que la varia- ble clave a la hora de generar problemas psi- cológicos sea el confinamiento, pues otras variables críticas podrían ser el fallecimiento de seres queridos, la exposición a condicio- nes de trabajo muy duras en una UCI, etc; es decir, otras variables que se dan concurren- temente en el escenario de crisis sanitaria. Tampoco de este estudio se puede concluir que los profesionales sanitarios tengan más estrés que otros segmentos de la población, para lo que habría que compararlos con otros grupos profesionales en la población general. Conclusiones Desde el anonimato, la intimidad y fomen- tando la confianza, hemos intentado desde el equipo de Psicología de Hermanas Hos- pitalarias en Palencia ayudar a mejorar el bienestar mental y la salud emocional faci- litando herramientas para manejar mejor los M.A. Anero Carrión / C. de Pablo Mozo / Y. García Alonso / N. Miguel de Diego / M.R. Ovejero Arranz / C. González Pérez / J. Arellano López

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