Informaciones Psiquiátricas
- Cuarto trimestre 2000. Número 162
La problemática de los cuidadores mayores
Josep Vila i Miravent
Psicólogo clínico.
Rosa Garriga i Blasco
Trabajadora social.
Llar Ancianitat, Fundació Caixa Terrassa.
INTRODUCCIÓN
La conferencia que os presentamos es una
reflexión sobre la especificidad de la problemática de los
cuidadores mayores de enfermos con demencia. Pensamos que hay una serie
de factores que definen la especificidad de este colectivo.
Seguidamente identificaremos
estos factores:
- Estadísticamente vemos el aumento de la esperanza
de vida de la población:
-
Según los datos aportados
por las Unidades de Demencias y Transtornos de Conducta dependientes
del Servei Català de la Salut:
- El 14.5% de población mayor de 65 años
presenta algún Trastorno Cognitivo o de la Conducta más
o menos grave e incapacitante.
Datos de los cuidadores:
- Según los datos del Llibre Blanc de la Generalitat,
el perfil del cuidador es:
- Mujer
- 59 años en el 62% de los casos
- La pareja en el 56.9% de los casos
Otros estudios, como
el de la clínica de la memoria de Salamanca, refieren la media
de edad de 72 años en los hombres y de 63 años en las mujeres.
También anotan como dato significativo el bajo nivel socio-cultural.
A partir de los datos estadísticos
podemos mostrar que hay un volumen importante de cuidadores mayores que
se hacen cargo de enfermos con deterioro cognitivo. Nuestro trabajo se
centra en estos cuidadores y en los mayores de 70 años.
La Demencia, como toda enfermedad crónica,
tiene un impacto en el sistema familiar, afectando la organización
y la estructura de éste, así como las funciones y la relación
entre los miembros del sistema familiar. La familia ha de aprender a convivir
con la enfermedad, han de saber encontrar la homeostásis familiar
y han de ir remontando las diferentes crisis que aparecerán en
el proceso y la evolución de la enfermedad.
Diversos autores han comprobado que cuidar
una persona con demencia es diferente a cuidar cualquier otro tipo de
enfermo.
Estos estudios nos muestran que el cuidador
de una persona con demencia tiene una sobrecarga específica. Frecuentemente
se identifica una mayor correlación entre los trastornos de la
conducta y la sobrecarga y estrés del curador, que entre el propio
deterioro cognitivo y de las AVD con la sobrecarga del cuidador.
En los cuidados diarios del enfermo con
demencia, muchas veces el cuidador principal ve afectado:
Es importante poder intervenir con estas
familias, con el objetivo de disminuir su sufrimiento y la sobrecarga
subjetiva que sienten. Las intervenciones irán dirigidas a potenciar
estrategias de afrontamiento saludables, que permitan el distanciamiento
de la enfermedad y faciliten encontrar el sentido de coherencia.
Las intervenciones informativas, formativas
y de soporte, tanto individualmente como en grupo, que se utilizan con
los familiares cuidadores con diferentes características generacionales
(edad, valores, relación, nivel socio-cultural), son adecuadas
y/o efectivas cuando queremos intervenir con los cuidadores mayores?
Esta es la pregunta que nos planteamos
e invitamos a todos los profesionales a reflexionar.
NUESTRA REALIDAD LABORAL
En nuestra realidad
laboral el perfil del cuidador mayor es:
- Cónyuge de la persona con demencia.
- > de 70 años (en la última etapa
del ciclo vital, su propio envejecimiento).
- Bajo nivel socio-cultural.
Además observamos:
- Baja participación y asistencia en las actividades
grupales dirigidas a los familiares cuidadores.
- Dificultad de comprensión en las entrevistas
individuales y en las sesiones informativas.
- Frustración para conseguir los objetivos marcados
por los profesionales.
A partir de esta realidad y ante la dificultad
de hacer una intervención adecuada, nos planteamos realizar unas
entrevistas en profundidad. Las entrevistas realizadas por el psicólogo
clínico y la trabajadora social se estructuraron de la siguiente
forma:
- Cuestionario de Zarit (autoadministrado).
- Cuestionario de Pearlin.
- 5 preguntas abiertas.
A partir de la información
recogida nos proponemos elaborar conclusiones que nos aclaren cual
es la vivencia del cuidador mayor con respecto a la enfermedad. Así
como las limitaciones y dificultades que como a profesionales encontramos
en la intervención con los cuidadores mayores. Finalmente, nos
plantearnos si es posible implementar intervenciones más eficaces
con este colectivo.
PROCEDIMIENTO
Para dar una estructura
clara al trabajo realizado con el objetivo de analizar si realmente hay
una problemática específica que afecta a los cuidadores
mayores, hemos utilizado el modelo de evaluación de factores de
estrés de Pearlin et al. 1990. Este modelo engloba de forma esquemática
la relación entre:
-
Los factores del contexto (las dificultades
anteriores a la aparición de la enfermedad, situación
de salud que dificulte las tareas del cuidador, red de relaciones
familiares, apoyo social).
-
Los factores estresantes primarios
(situación cognitiva de la persona enferma, alteraciones de
la conducta, nivel de dependencia, percepción subjetiva de
la carga del cuidador).
-
Los factores estresantes secundarios
(estrés derivado del rol de cuidador, estrés derivado
de conflictos intrapsíquicos).
-
Los mediadores (el apoyo social y
las estrategias de afrontamiento utilizadas).
Esta estructura nos
ha permitido clasificar los diferentes conceptos identificados
tanto en la revisión bibliográfica como en las 10 entrevistas
realizadas con los cuidadores mayores del centro de día de la Llar
de l’Ancianitat.
Clasificación de los conceptos
identificados en la revisión bibliográfica (según
el modelo de Pearlin)
Contexto del estrés
La relación
afectiva previa/tipo de vínculo pre-mórbido:
-
El bajo nivel de intimidad marital
premórbida se asocia significativamente con la depresión
en el cuidador (Gillerad, 1984) (Ballard, 1995) (Gold, 1995).
-
La mala relación previa se
asocia con la institucionalización del enfermo (Gilhody 1986).
-
El vínculo familiar entre
el cuidador y el enfermo influye directamente en la utilización
de estrategias que permiten disfrutar del tiempo personal del cuidador
(Arroyo-Anlló E. M.; Thomas, P.M.; Thomas-Hazif, C., 1998).
-
El tipo de vínculo familiar
facilita o dificulta el distanciamiento con la enfermedad: un muchos
casos un mayor vínculo repercute en un menor distanciamiento
con la enfermedad, ocasionando un empobrecimiento en las estrategias
de afrontamiento. Los abusos o situaciones de negligencia se alimentan
de: el tipo de vínculo, el tipo de relación, el tipo
de adaptaciones que conviene hacer, las responsabilidades añadidas,
la red de apoyo social (Quinn y Tomita 1986).
-
El tipo de relación familiar
se relaciona directamente en el bienestar del cuidador: Los familiares
de primer grado tienen más probabilidad de sufrir trastornos
depresivos en la cuidado del enfermo, (Cantor 1983) (Coope 1995).
Nivel de formación / experiencia
previa en el rol de cuidador
-
El nivel de formación académica
se correlaciona con la utilización de estrategias de afrontamiento:
a más nivel formativo, más estrategias de afrontamiento
utilizadas. (M. C. Abengozar Torres y E. Serra Desfilis, 1997).
-
La edad (más jóvenes
de 45 años) se correlaciona con una mayor utilización
de estrategias de afrontamiento: Aislamiento de la problemática,
entrenamiento cognitivo, reestructuración afirmativa. (M. C.
Abengoa Torres y E. Serra Desfilis, 1997).
La salud
-
1 de cada
4 personas mayores de 65 a. sufre alguna
enfermedad crónica (Vestien, 1990).
-
Los problemas de enfermedad crónica
más frecuente que afectan el rol del cuidador son: enfermedades
cardiovasculares, artritis, limitaciones sensoriales, osteoporosis,
(Rowe 1985).
Estresores primarios
Alteraciones de la conducta:
- Los trastornos de la conducta (apatía,
aislamiento, incontinencia, agresividad) son más estresantes
para el cuidador que el propio deterioro cognitivo, dando como resultado
la percepción de sobrecarga. (Gilleard, 1984).
-
La presencia de trastornos de la
conducta se correlaciona más directamente con la sobrecarga
del cuidador que el deterioro de las AVD (Manuel Martín y otros,
Clínica psiquiátrica Padre Menni, Pamplona 1996).
-
Los trastornos de la conducta (síntomas
negativos) destacando la exigencia y la constante demanda de los enfermos,
los cuidadores los identifican como los más estresantes en
el cuidado del enfermo (Arroyo-Anlló, E. M.; Thomas, P. M.;
Thomas-Hazif, C., 1998).
-
La presencia de trastornos de la
conducta se asocia con el deterioro del bienestar del cuidador principal
(Liebermon y Fisher).
-
En los cuidadores mayores se identifica
menos tolerancia a: alteraciones del ritmo del sueño; inmovilidad,
deambular, conductas agresivas, incontinencia fecal (Sanford 1975).
- Otras conductas: deambular, seguirlos a todos los sitios,
falta de colaboración, irritabilidad, demandas de repetir la
misma información (Wallsten 1987).
Aumento de la percepción de
soledad
-
Cuidadores en la relación conyugal (marido
/ mujer) se sienten más solos a medida que la capacidad de
comunicación se deteriora. Lo describen como «ir perdiendo
su mejor amigo o confidente» y la persona de la cual obtuvieron
amor y comprensión (Wallsten 1987).
-
Los confidentes
tienen un papel muy importante en personas mayores para mantener la
moral, aunque nada más sea con llamadas
telefónicas (Lee 1979).
Privación relacional: intimidad
-
El cuidador de una persona
con demencia ha de introducir más cambios en su estilo de vida
(Grfastrom y Wimblad, 1995) (Horowitz 1985).
-
Por las alteraciones específicas derivadas
de la relación interpersonal (Morris 1988).
-
Deterioro del nivel de intimidad, disminución
de la gratificación, (Livingston 1996).
-
Correspondencia : Sentido de correspondencia,
es decir, dar cuidados sin esperar nada a cambio. A más correspondencia,
más capacidad de hacer de cuidador (Hirschfield 1983).
Estresores secundarios: rol y intrapsíquicos
-
Sentido de la coherencia: (Antonovsky 1994) (Parnowski,
Baró 1996). Definido como el proceso interno que permite desarrollar
estrategias adaptativas:
-
Compresión.
-
Manejabilidad.
-
Significado.
-
Los cuidadores mayores primero buscan apoyo en
la familia y después en la comunidad (Shana 1979).
-
La dificultad en controlar la conducta del demente
se asocia con que el cuidador pueda sufrir más trastornos depresivos
y de ansiedad.
-
Maridos / esposas son los últimos en dejar
el rol de cuidadores, aunque estén en una situación
de fragilidad (Colerick y George, 1986).
-
Potenciación de viejos conflictos, manifestado
en forma de resentimiento de tener que hacer el rol de cuidadores
de sus cónyuges, en un momento de su vida que esperaban poder
descansar y dar prioridad a sus necesidades. (Zarit, 1986).
Mediadores
-
Los cuidadores que utilizan estrategias centradas
en las emociones en lugar de utilizar estrategias centradas en los
problemas, experimentan más sobrecarga y manifiestan más
quejas sobre su estado (Reis, 1994) (Monohan, 1995).
Clasificación de los conceptos
identificados en las entrevistas según el modelo de Pearlin
Contexto del estrés
-
Las relaciones familiares
muy «instauradas» (relaciones de dependencia, simétricas,
alianzas, triangulaciones...) dificultan los cambios y la posibilidad
de adaptarse al nuevo rol del cuidador.
-
Los antecedentes de como el
sistema familiar ha afrontado otras dificultades.
-
Valores y creencias del cuidador
se relacionan directamente con la vivencia subjetiva de la sobrecarga:
utilización de recursos, obligatoriedad, responsabilidad, esquemas
de la sociedad...
-
Problemas de salud / enfermedades
crónicas.
-
Falta de experiencia previa
en el rol del cuidador, que se derivan de las dificultades de afrontamiento.
Estresores primarios
-
Nivel de dependencia ABVD,
AIVD.
-
Alteraciones de la conducta: alteraciones del
sueño.
-
Tener que ofrecer supervisión continua.
Estresores secundarios
-
Dificultad de aprendizaje
-
Dificultad de comprensión
-
Bajo nivel socio-cultural
-
Necesidad de reconocimiento
-
Problemas económicos
-
Pérdida de identidad / Pérdida de
rol
-
Mucha necesidad de reminiscencia:
Mediadores
CONCLUSIONES
Qué factores hacen distintos
a los cuidadores mayores de los demás cuidadores?
-
Los aspectos generacionales definidos por la cultura,
los valores y las creencias que modifican:
-
El concepto de enfermedad
-
El concepto de enfermar
-
El concepto salud, enfermedad
y muerte.
-
Tipología de recursos
a usar en caso de necesidad.
- La gran dificultad para comprender la enfermedad
y sus consecuencias.
- La necesidad de reconocimiento
- La necesidad de mantener la identidad, expresada
en forma de reminiscencia biográfica.
- La necesidad de compañía, afecto y
tener un confidente. La que han perdido de la persona enferma no es
fácil de suplir.
- Los cuidadores mayores no manifiestan tanta queja
de pérdida de tiempo personal ni pérdida de relaciones
sociales, ni pérdida de proyectos de vida como los cuidadores
jóvenes.
- Los cuidadores mayores se sienten mucho más
atrapados en la enfermedad y con muchas dificultades de hacer un distanciamiento
de la persona enferma.
- El proceso de cuidados y la relación con el
enfermo está muy relacionada con el vínculo afectivo
desarrollado durante la vida, especialmente en las relaciones de pareja.
- Los cambios de rol marido / mujer y las consecuencias
sobre las funciones son más difíciles de asumir que
los cambios de rol que sufren los hijos sobre sus padres.
- Los cuidadores mayores han de hacer frente de modo
simultáneo:
-
A su propio proceso de envejecimiento.
-
Al proceso de duelo por la pérdida de la
salud.
-
A la lucha por el mantenimiento de su identidad
y la del enfermo.
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN
Esta propuesta de intervención defiende
que el profesional debe adaptarse al colectivo que atiende y parte de
la realidad que el encuadre utilizado no es el adecuado.
-
Un Encuadre distinto:
- Teniendo en cuenta la etapa del ciclo vital en que
se encuentran, es importante que dentro de la entrevista se contemple
un trabajo de reminiscencia, que permita trabajar la identidad del cuidador.
- Ante la falta de comprensión de la evolución
de la enfermedad y ante la inseguridad e incertidumbre que manifiestan
en el cuidado diario del enfermo, es necesario que haya un espacio claro
de reconocimiento del que SÍ hacen bien, ayudándoles a
valorar sus propios logros.
- Utilizar el discurso que el propio cuidador expone
ya que es el reflejo de como entiende la situación y de sus propias
actitudes. Aunque este discurso contenga información errónea
o que demuestre una mala adaptación, será el que utilizaremos
para transformarlo, conjuntamente con el cuidador, para favorecer la
aparición de actitudes positivas. Pretendemos potenciar sus propios
recursos.
- Trabajar a partir de sus valores y creencias.
- Trabajar mediante información muy concreta y
adaptada a su nivel socio-cultural y educativo.
-
Hay que ser conscientes que este encuadre significa:
-
El profesional debe plantearse objetivos de trabajo
realistas para no situarse en una posición de frustración
«asegurada» al ver que sus intervenciones chocan con una
barrera insalvable. Respetar su ritmo y huir de los prejuicios: «es
demasiado mayor; ahora ya no se puede hacer cargo, no podemos esperar
que entienda nada...». Pautar la resolución de las dificultades.
La clarificación, el resumen y el feed-back serán herramientas
claves para la obtención de nuestros objetivos.
-
Las intervenciones de formato grupal:
- Grupo reducido 10-12 personas mayores.
-
Usar instrumentos de apoyo para la formación,
especialmente de apoyo visual (vídeo, pizarra, dibujos...)
-
Dejar mucho espacio para las reflexiones personales:
compartir experiencias y vivencias relacionadas con la reminiscencia
y el reconocimiento.
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