INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 229 - page 21

Informaciones
Psiquiátricas
2017 - n.º 229
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a buscar desde nosotros mismos. De lo con-
trario, puede romperse la alianza terapéutica
con nuestro paciente y su familia.
En ocasiones hay familias que, desde el
inicio, se muestran muy hostiles o suspi-
caces con el equipo. Con frecuencia habrá
bases reales sobre las que volcar la hostili-
dad, fallos en el funcionamiento del equipo
o errores de cualquier tipo. La característica
de estas interacciones es una desproporcio-
nada presencia de las quejas o de las acusa-
ciones de mal funcionamiento, que fluctúan
según el día y el interlocutor al que se di-
rijan. Ni que decir tiene que los elementos
reales de esas quejas han de ser atendidos
con diligencia, pero que desde el punto de
vista psicoterapéutico habrá que abordar la
desproporción de su presencia, las emocio-
nes que lo impulsan y cómo hemos reaccio-
nado ante ellas (es decir, nuestras propias
emociones y reacciones).
Por eso, capacidades como la empatía, la
cordialidad, la contención, la paciencia, se
pueden aprender para ayudar a comprender
desde nosotros a los otros. Se debe formar
en comunicación. Y se debe iniciar este pro-
ceso a partir de una comunicación con uno
mismo, para poder comprender y comunicar-
se de forma eficiente con los demás (13).
Los actos comunicativos:
Comunicación de malas noticias
Como se ha comentado con anterioridad,
la acogida en el servicio de rehabilitación
es un momento de gran importancia para el
establecimiento de una buena relación entre
la familia, el paciente y el equipo terapéu-
tico; es el momento de transmitir confianza
y seguridad. Ambas se pueden realizar a tra-
vés de los procesos comunicativos de inter-
cambio de información. Sería deseable que
al menos parte del equipo se presentara en
el momento del ingreso. Es el momento de
ofrecer información sobre el marco general
en el que se va a desarrollar el tratamiento.
Se recomienda dejar por escrito las normas
de funcionamiento, las horas de visita, los
teléfonos de contacto, etc. para ser revisada
en cualquier momento. Además es adecua-
do, como parte de la acogida, planificar otra
entrevista al poco tiempo del ingreso, ya de
carácter más personal con la familia, para
recoger dudas, y sugerencias y obtener infor-
mación sobre las redes de apoyo del pacien-
te, así como para conocer los objetivos y ex-
pectativas de la familia. Estas expectativas
ya se verán contrastadas o corroboradas en
las sucesivas entrevistas sobre la evolución
del paciente. Por tanto, en los primeros con-
tactos no se recomienda ofrecer información
pronóstica cerrada. Se puede dar un mensaje
de esperanza sobre las objetivos en los que
se van a trabajar o señalar las etapas del
DCA. Con frecuencia no podemos contestar
categóricamente si un paciente va a caminar
o no, porque no lo sabemos. Sólo podemos
hacer referencia a la situación actual y a los
objetivos marcados en el corto plazo (14).
En este sentido, es posible que una posi-
ble fuente de conflictos sea la propuesta de
objetivos. Los terapeutas buscamos cambios
orientados a la funcionalidad del paciente,
a veces mediante la incorporación de ayu-
das externas (silla de ruedas eléctrica por
ejemplo) y puede que no tengamos en cuen-
ta pequeñas mejoras de capacidad que son
importantes para los familiares.
Debemos incorporar la visión de los fami-
liares a nuestra reflexión sobre objetivos,
desarrollar nuestra capacidad de empatía
con los familiares, y repensar los objetivos
de nuestro trabajo. Suele ser útil “negociar”
objetivos con las familias, marcarse plazos
en los que van a ser evaluados y hacerles
LA TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN CLÍNICA EN PACIENTES CON
DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO Y SUS FAMILIAS
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